De Jane Austen.
Fanny Price, a los 10 años, se ve obligada a abandonar a su familia para irse a vivir con sus tíos, los Bertram, una familia acaudalada que pretende darle la educación que sus padres no pueden ofrecerle debido a sus condiciones económicas. Su nuevo hogar será Mansfield Park, donde convivirá con sus tíos y sus cuatro primos. Crecerá en ese ambiente, donde se convertirá en una chica tímida y observadora, incapaz de decir "esta boca es mía", debido a la actitud de inferioridad con que la tratan su tía Norris y sus primas. Su único confidente es su primo Edmund, de quien está enamorada en secreto.
Antes de leer la novela tenemos que tener en cuenta la época histórica en que fue escrita, a principios del s. XIX, para entender la mentalidad de los personajes y la exaltación de los valores tradicionales. El que la autora comience con la infancia de los protagonistas es muy acertado, ya que podemos observar la educación que han recibido y para qué la han recibido.
Tras esa introducción comienza la novela en sí, alcanzando el clímax cuando Fanny tiene unos 18 años. Su tío tiene que irse a Antigua para supervisar los negocios familiares, y su marcha coincide con la entrada en escena de una pareja de hermanos que trastornarán la tranquila vida de Mansfield. Los Crawford, Henry y Mary, tienen una manera de entender la vida más moderna y sus creencias chocarán en muchas ocasiones con la de los Bertram.
Las relaciones que surgen entre los distintos protagonistas son bastante previsibles, pero aún así engancha por el carácter de los mismos. Destacan las primas, definidas por todo el mundo como perfectas, pero que sólo son fachada. La tía Norris, el colmo de la hipocresía, que sólo busca su interés a pesar de afirmar lo contrario. Thomas Bertram, el cabeza de la familia, ser correctísimo casado con una mujer un tanto apática, que pasa de todo porque tiene todo hecho. Tom, el primogénito, un vividor que se encarga de despilfarrar la fortuna familiar. Edmund, el perfecto, cegado por el amor. Los Crawford, ganas de vivir la vida sin importarles las consecuencias, aunque acabarán encontrando la horma de su zapato.
La historia contará los amores, desamores, celos y amistad que entre todos ellos, y varios secundarios más, empiezan a forjarse. El ritmo del libro es bastante lento pero en los últimos capítulos gana en agilidad, sucediéndose cosas continuamente y sin profundizar en las mismas. Es cierto que no quedan lagunas pero se hubiera agradecido alguna explicación ante el cambio de actitud de determinados personajes.
Valoración.
Un gran clásico, magnífico retrato de la sociedad inglesa del XIX. Es una historia bastante más seria y moral que el resto de la obra de la autora. Por ejemplo en Emma vemos reflejado situaciones y pensamientos parecidos, pero desde una perspectiva más desenfadada. Aquí no hay apenas humor, todo es más profundo y está más desarrollado.
Nota: 7,50
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