Según dice la leyenda, los bóreos que habitan al norte proceden del otro lado del mar, desde donde llegaron huyendo del terror de Misiánes, el hijo de la Muerte, que se ha convertido en el huésped del odio. Ahora un flota se aproxima a su continente, pero no saben si son amigos o enemigos. Ni los astrónomos ni los brujos consiguen sacar una respuesta clara de las fuerzas de la naturaleza, que hasta entonces siempre habían acudido en su ayuda. Por ello deberán convocar un concilio secreto, para decidir qué hacer, y a Dulkancellin le ha tocado representar a su pueblo.
Valoración
Desde un primer momento, llama la atención los paralelismos con la cultura amerindia: los invasores son gente que vienen del otro lado del océano portando armas de fuego que ningún habitante de los Confines ha visto jamás.
Pero hablando de la obra en sí, se trata de una buena trilogía. Yo he leído por ahí maravillas de esta obra, cosa que no comparto. Está muy bien escrita y es interesante, pero desde luego, no es de mis favoritas ni la considero imprescindible. Eso sí, tiene un puntito que la diferencia del resto de las obras de fantasía, debido a su especial ambientación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario