martes, 22 de abril de 2008

Me gustas demasiado (Mucha Kucha Daisuki)

Hacía tiempo que planeaba sobre mi cabeza hacer una reseña de este manga e incluirla dentro de mi bodrioteca particular. Y mira por donde Ivrea me ha ofrecido la ocasión en bandeja xD
Tened en cuenta que esta reseña la hago desde el recuerdo, hace bastante tiempo que leí la obra, así que puede que haya alguna que otra incorrección. Pero es que paso de volver a traumatizarme releyéndola, no vaya a ser que se me pegue la estupidez de los personajes¬¬


Aviso, hay spoilers.

Nuestra protagonista, Aoi, vive feliz en su pueblo con su amigo de la infancia Heita. No es que le muchacha sea una paleta, que lo es, es que simplemente es idiota. Y no hablo del típico personaje tonto insufrible (aunque también lo es), como pueden ser Miaka o Bunny, es la palabra tonta en su definición más pura y exacta. Se ve que cuando tocó el reparto de cerebros estas tres llegaron tarde y tuvieron que repartirse uno, y a la pobre Aoi le tocó la peor parte, de lo contrario no me lo explico.
Un día aparece ante sus ojos el típico playboy de ciudad, Tsuyoshi, que se fija en ella y le roba un beso, quedando ambos marcados y enamorándose como dos estúpidos.
Cuando él regresa a Tokio, ella le sigue y se matricula en su mismo instituto, presentándose en la clase con un look pueblerino-fashion total. Él, que es fantástico y divino, se muere de la vergüenza en el sitio y finge no conocerla (antes muerto que perdiendo el glamour, que la querrá mucho, pero al principio lo disimulaba muy bien el gachón, aunque no me extraña, la pobre muchacha se dejaba en evidencia ella solita xD).
Al final Tsuyoshi le da un par de consejos, y cuando se viste como una chica normal y corriente TODOS los compañeros de clase empiezan a babear por ella, despertando los celos de Tsuyoshi, que empieza a comportarse como un crío. Vale que el amor nos hace hacer tonterías, pero por Dios, todo tiene un límite, y en todos los personajes de este manga ese límite era inexistente.
A partir de entonces la historia es un continuo de situaciones que me provocaban risa y vergüenza ajena a partes iguales. Si a eso añadimos que los giros que tiene la trama son de lo más típico del mundo: su amigo del pueblo que viene a llevársela, la ex de él que quiere volver, que se conocían desde niños, etc, etc etc…nos encontramos con una historia cursi y ñoña, llena de clichés, con una pareja babosa y con unos personajes que son planos hasta en el encefalograma.


De hecho, el motivo por el cual me leí la historia completa fue para ver hasta qué punto la historia degeneraba y quien decía/hacía la barbaridad más grande (ella gana, of course xD). Os aseguro que en ese sentido no me decepcionó, una conversación en concreto incluso hizo que se me desencajara la mandíbula, me quedé asombrada ante el grado de desconocimiento de la vida que tenía Aoi y me reafirmé en que esa serie no era sino una Oda a la Estupidez.


Peeero, llega el cuarto y último tomo, y la historia pega un cambio radical. Todo ese dramatismo exagerado y ese amorío infantil y pasteloso desaparecen, y la historia adquiere unos tintes mucho más maduros. Los últimos capítulos son impresionantes, con una atmósfera oscura, trágica, perfectamente llevada y recreada. Lástima que no la aplicara al resto de la obra, porque entonces nos habríamos encontrado con un shojo excelente y no un título mediocre como es el caso.
Si se salva por algo es gracias al dibujo. No está tan perfeccionado como en sus últimas obras pero creo recordar que era bastante bonito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Visto lo que cuentas de esta, nos parece que ya estamos seguros que este manga se quedará en la tienda por nuestra parte XD. Mejor, una menos.