domingo, 20 de julio de 2008

Oryx y Crake


Hombre de las Nieves se despierta y mira a su alrededor. No hay ningún cambio, todo sigue igual tras la gran epidemia. ¿Acaso él es el único humano que queda en el mundo? Su única compañía son los crakers, cuyo origen iremos descubriendo poco a poco.

Margaret Atwood nos presenta una historia de ciencia-ficción ambientada en un futuro no tan lejano, donde ya se han sufrido las consecuencias del cambio climático. Ahora la humanidad vive recluida en complejos, donde prima sobre todo la seguridad y de donde casi no es necesario salir para llevar una vida normal. Lo único importante es la tecnología y la ciencia, las artes cada vez están menos valoradas, el trato personal cada vez es menor y el mundo tiende a una excesiva especialización.

A través de los recuerdos de Hombre de las Nieves, a quien en un pasado llamaban Jimmy, iremos reconstruyendo la sociedad en la que vivían y los valores que la regían. Un mundo donde los humanos jugaban a ser dioses y cuyos experimentos se les escaparon de las manos.

La historia se divide en capítulos protagonizados siempre por Jimmy, ya que ésta es su historia. Casi siempre se tratan de recuerdos de su pasado, aunque en el último tramo de la historia su presente adquiere más relevancia. Estos recuerdos se nos presentan como historias aisladas, en ocasiones incluso inconexas, que poco a poco van conformando un todo y nos ayudan a comprender mejor la historia principal. Sin embargo la autora no profundiza demasiado, nos da la información justa y necesaria para que nos formemos una idea de lo que ocurrió, pero al igual que Jimmy acabamos desconociendo muchos puntos de la historia, sobre los cuales sólo podemos hacer conjeturas.
La narrativa además es muy lenta, en algunos capítulos incluso la definiría como tediosa, aunque hacia el final adquiere intensidad y un grado bastante elevado de angustia. El final es como el resto del libro, intuitivo pero abierto, pero aún así perfecto para la historia que cuenta.

Valoración
El planteamiento de la historia y la recreación de ese hipotético futuro están muy conseguidos, pero a la historia le falta un algo, aunque no sabría definir qué. Es cierto que en conjunto se trata de una obra muy abierta, que pretende más provocar sensaciones que dar soluciones; una crítica de la sociedad actual, demasiado ocupada en pensar en sí misma y que apenas presta atención a lo que le rodea. Pero como ya he dicho, hay algo que le falta...quizás un poco más de profundidad en los personajes.
Nota: 6

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